Festejo hoy -una semana después- porque justo estoy instalado en James Joyce y caminaré y haré una relación que aquí sigue, aun cuando sin el genio incluído. Como lo escribe Joyce, deambulo pero en mi calle favorita del mundo mundial internacional del momento (en la ciudad ídem gracias a los buenos oficios de periodistas como Michaela Trimble y su feature publicada en National Geographic Traveller UK sobre la Ciudad de México). Sin las metáforas y referencias a Homero ni a los clásicos. Ni un nuevo idioma. Allí en la Juárez, donde están involucrados talentosos empresarios, como el chef de Alba Cocina Local en el número 80 de Marsella: Alejandro Cabral. A tan sólo un par de cuadras del Paseo de la Reforma, Marsella recientemente ha sido testigo de una oleada de hipsters y de la misma dosis de curiosos. Los vecinos en Marsella 68 “espacio de exposición” multi-marca de GAG, con su marroquinería, y diseño. O Casa Denim -propiedad de Andrés López y de Maru Cruz, ex-socia de Sandra Weil que profesionalmente maneja Jazmín ex Grupo Habita team. Sus escogidos artículos de mezclilla hacen las delicias de los entendidos para un bespoke allí al lado: donde dan clases de costura. Si se convencieron en abrir un rooftop terrace en calle de Marsella en la «nueva» colonia Juárez los famosos dueños de Masala y Maíz, pues el código postal tiene que ser totalmente it! Hay que visitar la terraza para darse cuenta porqué. Entre las tres mesas en la calle de MyM y su take away transeúntes se rolan y exasperan por la espera y los vecinos y trendsétteros de la Ciudad de México pasean por allí. Todo lo anterior hace que bien valga la pena la visita tranquila en ese #radar Vecina Carla Fernández y para los amantes de la moda, a la vuelta, Trista y Cihuah (y de más gastronomía Sobremesa -allí junto). En paralelo Takamura y Fábrica Social. Pero justo regresando a Marsella, allí Blom Café y casi al lado se encuentra Mr. Pays y a la vuelta en Dinamarca 77 hasta dan ganas de rentar un “depa” en el recién remodelado edificio -hoy por hoy- decorado con letreros de ‘Se Renta’. O de convencer al banco, pedir un crédito e hipotecar todo para reconvertir el tradicional Hotel Viena –justo enfrente- en nueva sucursal de Grupo Habita. El inmueble –onda tirolesa- parece salido de The Sound of Music, donde reina un kitsch espléndido. Cerquita, en el número 96 está Escorpio expendio de vinos donde Alex op cit me recomendó aprovisionarme de Beck Ink o de Matos los que compartimos con mi editora fav sin prisas en Alba Cocina Local no hace mucho. O gastar sin límites en mi favorita de ese #radar Utilitario Mexicano y su curaduría de diseño 100% hecho en México casi enfrente del red brick building –tan bostoniano- con torre y todo al lado de Versalles 113. También está en el #radar Cicatriz y otros lugares más. La alta densidad por metro cuadrado de lo in de la calle Marsella es un hecho innegable. Y para hacer la digestión y bajar los kilitos de más nada como una escala técnica a la fundación Marso en la calle de Berlín. La fundación de arte contemporáneo en la bella casa porfiriana exhibe propuestas interesantes al alimón con la producción de artesanos mexicanos como Aquelarre y otras más del estilo. Toda la zona -bien restaurada y con mucho potencial fácilmente se podría convertir en un «nuevo» patrimonio de nuestra Ciudad porque YA está instalada en the next best thing. PS Aquí cada viernes, lo que sí importa. Y no dejes de seguirme en Instagram para que veas todo lo que sucede y leerme en Twitter ambos @rafaelmicha y lee todas las columnas en la web en radarmicha.com