Ecos de la Bienal

¿Cómo sobreviven los art-setters (vs. jet-setters) a la fiesta continua, las altas dosis de arte contemporáneo y, estar fashionably-in cada dos años? Con la recién inauguración de la Bienal del Whitney en NY  sigo con el interrogante dando vueltas por mi cabeza y con la única certeza  de que la del 2014 será la última Bienal en el edificio del Upper East Side diseñado por Marcel Breuer. Los conocedores (y no tanto) se aprestan a vivir la selección de Stuart Comer, Anthony Elms y Michelle Grabner por última vez aquí, antes de la tan esperada mudanza a Chelsea -cerca de Hôtel Americano y del super-hip High Line en el nuevo edificio de Renzo Piano.

Los ecos de otra Bienal, pero del año pasado en Venecia, se escuchan en el Laboratorio de Arte Alameda con la exhibición de la pieza comisionada por el Patronato de Arte Contemporáneo (PAC) que representó a México en la 55° entrega de la Bienal de Venecia que se celebró el año pasado. CORDIOX es una maquinación de Ariel Guzik, una estructura de cuatro metros de altura que a través de un cilindro de cuarzo central  y tensas cuerdas tipo instrumento musical emite ‘sonoridades’ que se amplifican en el espacio y el entorno de ‘otra’ iglesia barroca destruída que es el espacio del LAA. El LAA es un espacio  dedicado «a la exhibición, documentación, e investigación de las prácticas que ponen en diálogo la relación arte-ciencia- tecnología.» Parece como mandada a hacer para este nuevo recinto que exhibe a partir de marzo la pieza que hace eco perfectamente a la decrépita «chiesa» veneciana. El sonido de CORDIOX se propaga sin ningún tipo de bocinas, amplificadores por la antigua capilla y toda la extensión del recinto. Sólo el sonido recorre la iglesia y a diferencia de Venecia donde dadas las características propias del edifico no se podía circular por el misma, en el recinto del Centro Histórico deambular hace las delicias del visitante.  El eco y la poesía  de CORDIOX concebida por la mente de un «músico, investigador, artista, iridólogo, herbolario e inventor» sustituye toda imagen preconcebida de lo que es el arte contemporáneo. En un espacio de una belleza singular se puede apreciar -a casi un año de distancia- una verdadera obra de arte que va más allá de las polémicas que se suscitaron por los altos costos de la participación de México en el veneciano evento y el dilema y demás preguntas sobre si seguir participando en el futuro en las ‘olimpiadas del arte’. Cordiox llega a la Ciudad de México y representa una gran oportunidad para apreciar otro tipo de propuesta: una máquina sonora y sus 180 cuerdas de arpa. La música que produce tan diferente de la versiones que han azotado recientemente a la Ciudad (como el EDC y su competidor Electric Planet pero a mi gusto está más cercana a Disclosure y sus tracks como Latch, Simulation y F for you todas más atinadas para remezclar en un super cool playlist.  Y más hip todavía que los playlists que suben en Deezer y los tan retuiteados en Soundcloud  por @lamamadelmuerto que día con día amenizan mi oficina y me permiten mantener el cool -factor con Victoria y con Mark. Para visitar el Laboratorio, Dr. Mora 7, Centro Histórico, Ciudad de México artealameda.bellasartes.gob.mx

 

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Nuestra Metrópoli

Con certera dirección y visión internacional Miquel Adrià organiza por enésima ocasión una nueva edición del congreso Arquine ahora encarnado en Primer Festival Internacional de Arquitectura y Ciudad MEXTRÓPOLI. A partir de mañana y hasta el 26 de marzo la ciudad de México «ombligo del Continente» será anfitrión perfecto para que un grupo de entendidos presente diferentes propuestas, y más importante todavía es el hecho de que MEXTRÓPOLI convierte a la ciudad de México en foco de la arquitectura y líder de la transformación creativa. Un par de ex-alcaldes, varios arquitectos de primera línea, cronistas, artistas plásticos como Frederic Amat y críticos de arte debatirán tres días completos sobre la arquitectura del Continente. Con tan nutrido grupo de exponentes y la audiencia lista para el intercambio de ideas, MEXTRÓPOLI tiene todos los ingredientes necesarios para convertirse en el más importante proyecto que impulse y promueva la cultura, la revalorización urbana, y la difusión del patrimonio artístico de la ciudad de México. Y lo que se necesita ciertamente es todo aquello que logre reposicionar al «DeFectuoso», que ávido de una certera y eficiente campaña de relaciones públicas se debate entre lo hip de su Mexico City Moment (después de las doce páginas publicadas en la revista estadounidense Condé Nast Traveler y la mala publicidad diaria de los noticiarios del Canal de las Estrellas). Además de las doctas conferencias with all of the above, habrán recorridos: las Rutas Arquine que se llevarán a cabo este domingo 23, a lo largo del Centro Histórico, algunas en bici ( y los paseantes pueden viajar seguros y asegurados con AXA, gracias a la creatividad de Xavier de Bellefont y el crecimiento del segmento de ciclistas) y otras más caminando. A escoger entre la Ruta Tolsá / Bici ruta 100 x 100/ Ruta monográfica moderno-Juan Sordo / Ruta de mercados – La Merced (Somos Mexas) / Rutas GDF – edificios recuperados / Ruta Ciudad Universitaria UNAM. De especial interés resulta la propuesta Arquitectura Abierta que consiste en abrir las puertas de edificios de valor histórico y arquitectónico en el Centro Histórico -proyecto que se lleva a cabo con el Abierto Mexicano de Diseño. Las anteriores ediciones trajeron a México a arquitectos de talla internacional y desbordaron el recinto del Teatro Julio Castillo para mudarse al Palacio de las Bellas Artes. En ésta edición la cita de tres días de conferencias es el Teatro Metropolitan. Este año seguramente el primer festival dedicado a la Ciudad y a la arquitectura no decepcionará ya que ha logrado ampliar sus objetivos y el número de actividades culturales en recintos patrimoniales, teatros, museos, calles y plazas principalmente en el Centro Histórico. Sólo que no se enteren los PiOrs locales que Juan Villoro -enemigo acérrimo del gremio por un faux pax que cometió hace algunos años tendrá una tan anunciada intervención porque si no, a MEXTRÓPOLI se le sumará una nada sexy manifestación. Sígueme en RADARmicha.com

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Mi casa es su casa

Dorothy en El Mago de Oz suspira «There is no place like home» y aun cuando los home-owners pueden ser las criaturas más despiadadas del Universo por férrea la competencia que entablan en contra de sus vecinos a la Bieber -y como resultado de la posibilidad de excesos de pretensión, no hay como una casa con un verdadero ADN para conocer y reconocer a sus dueños. La casa a la venta más cara del más reciente catálogo de Christies Real Estate fue propiedad de la leyenda de la pantalla Gregory Peck. Con ese pedigree, el precio casi casi rebasa los 25 millones de dólares. Obvio es una de las direcciones más buscadas en Los Ángeles, con harta tierra de por medio. También se incluyen otras propiedades mucho más exclusivas en la revista -como un departamento en Paris en el famoso 16° arrondissement con atractivas vistas a la Torre Eiffel y con decoración del reconocido Jacques Garcia. Se incluye una verdadera mansión en Vero Beach que va desde las orillas del Atlántico hasta lo alto en las montañas. Pero The Peck Estate en Holmby Hills, California representa el apex del glamour de Hollywood. Eso, sí no tiene precio. Vivir en el mismo domicilio que Gregory y su esposa Veronique, con sus 7 recámaras, la decoración provenzal francés, y los bellos jardines es verdaderamente priceless! Los Beckham para su mudanza a Londres escogieron una más modesta townhouse valuada en varios millones (PERO de libras esterlinas) y en los Hamptons, el diseñador de zapatos Vince Camuto ha puesto recientemente a la venta su Villa María en el poblado de Water Mill por otro tanto más. Con la procedencia del pintor hiperrealista chileno Claudio Bravo recientemente fallecido y con sendas vistas al estrecho de Gilbraltar un multimillonario «cualquiera» puede hacerse señor y dueño del antigüo palacete del artista en Tanger. Pero, ¿qué hace a la casa un hogar? Así, con clichés y todo? ¿Sus dueños (o pedigree)? ¿El código postal? ¿El encanto? Cómo responder acertadamente qué es exactamente lo que sobrevive a Frida -además de su obra- en la famosa Casa Azul? Y cuál es el mérito de la Casa Franco -diseñada por el arquitecto Luis Barragán en Ave. de la Paz- en Guadalajara y recientemente convertida en galería de arte contemporáneo por las afamadas ‘galerinas’ españolas Inés y Silvia dueñas de TRAVESIA 4? Con la visión que les ha caracterizado en los últimos diez años el dúo dinámico viene de inaugurar la exhibición Casas Radar 4 con obra del cubano JORGE PARDO & MILENA MUZQUIZ en dicho inmueble. Una de las piezas, la vimos en ZONA MACO, otra más -muy pero muy diferente puede ser admirada en el vestíbulo de la entrada principal de Downtown México. Entonces, la pregunta sigue siendo válida: es la casa o su contenido, o su dueño o su nombre. Ahora que las casas son más famosas y son el pretexto para toda una serie de televisión como lo es Downton Abbey (cuatro temporadas y, no hay quinto malo…), una película de Alfred Hitchcock (Manderlay en «La clave está en Rebeca») qué significa realmente un casa. ¿Es un edificio o construcción o ladrillos o diseño? ¿Y cómo convertirla en un hogar? Para mí, «home is where the heart is» y mi corazón está en el lugar en donde cuelgo mis trajes y mis cuadros favoritos: Lontanaza!

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Careyes

Amo Careyes. La prensa internacional ama Careyes (sólo hay que consultar la edición de febrero de la revista Travel + Leisure con el artículo de DOCE páginas escrito por Julia Chaplin). Y todos aman Careyes. PUNTO. Hace muchos pero muchos años me enamoré (más) en Careyes, en una de sus casitas, de la hospitalidad de Gianfranco y Giorgio (pre-Ana su esposa actual) . He regresado en varias ocasiones para eventos increíbles tanto en Careyes como la vecina Cuixmala de Alix Goldsmith. Viajé a bodas espectaculares, gocé la fiesta de las mil y una noches de mi sobrina y descansé en el soberbio «Las Alamandas» de Isabela Goldsmith. Es el destino ‘extra-oficial’ del Gypset (leer artículo op. cit. o los libros publicados por Assouline). Y ya encarrerado el ratón: hoy declaro además oficialmente mi amor a Arte Careyes. Hoy, hoy, hoy se ha reavivado la flama de mi romance de más de veinte años de antigüedad al experimentar ‘en cuerpo y alma’ Arte Careyes, un evento que combina arte, cine, gastronomía, moda y ¿qué más faltó?  Cómo ayuda organizar las fiestas y eventos en locaciones  con nombres poéticos:  Casa Sol Occidente, Casa Ojo de Tigre, Plaza de los Caballeros del Sol, Tigre de Mar, Cocodrilo Azul, et. al. La combinación de arte contemporáneo, cine, estrellas y mar. Los patrocinadores de primera línea como Cinépolis, Infiniti, Tommy Hillfiger, y American Express (aunque convencerlos de participar aquí no es nada fácil -pero se nota la mano profesional de una agencia de RP’s). Los VIPs, curadores estrella -como la talentosa Ariadna Ramonetti- e invitados especiales como Guillermo Arriaga y John Cooper -director del festival de cine de Sundance y los DJs de primera línea.  Pero Careyes brilla durante el evento mucho más que la fluorescencia de sus playas en la noche. Brilla de día en Playa Rosa y Playa Paraíso. Brilla durante las funciones de cine, la difusión del arte contemporáneo, las proyecciones ‘especiales y privadas’ (que no es lo mismo que los screenings), la subasta de beneficencia, y los red carpets y el catering de la i-latina. Careyes que tiene ese je ne sais quoi.  Careyes se distingue también por una sóla cosa: el Polo. Antes de los torneos internacionales en el Campo Marte, de los eventos multitudinarios, los clubes y la vendimia en muchos otros códigos postales los Brignione han apostado por su campo de polo y han insistido en posicionar la tradición del juego de reyes a lo largo de los años,  so pretexto de celebrar el año nuevo lunar. Desde siempre. El polo ha resultado una empresa altamente y enteramente redituable para ellos,  hasta distintiva. Me convencí a venir hoy el día que asistí durante de ZONA MACO a la presentación del evento en la Torre del Reloj de Polanco y cuando de allí fuimos al helipuerto del edificio Omega «para ver el cielo de México». Todo apuntaba a que sería un evento espectacular y lo es. Además, los anfitriones están siempre presentes: Giorgio y Ana Brignone. Deséame suerte mañana en el after-party para sólo 50 personas con puros party-monsters. ¿Llegaré? Sólo una sugerencia: mi amor por Careyes sólo ha sido opacado por un requisito: el esquizofrénico dress code. Aunque de manera creativa los organizadores lograron poner a los invitados a tono, las ‘personalidades múltiples’ del evento me hace temblar con sólo recordarlo: Malibu chic, boho folk, freestyle Careyes May chill, tropical gala, tropical ballroom y bohemian country!!! ¡¡¡S.O.S!!! Sálvese quién pueda….

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