Justo empiezan hoy las vacaciones escolares por la Semana Santa y la Semana de Pascua. ¡Qué maravilla! Y, por favor, ni nos busquen la semana entrante porque estaremos fuera so pretexto de los días de asueto. Y el mejor pretexto es visitar BASELWORLD que empezó ayer. La feria más importante de la alta relojería y ‘guardatiempos’ es un momento perfecto para repensar mi “leif-motiv.” Mi intención siempre ha sido promover el “referente obligado”. El clásico de clásicos. Como el Jaguar E Type. Como la arquitectura del maestro Luis Barragán. Como un buen vino de Bordeaux. Y no ‘estar de moda’ sino seguir estando vigente siempre. En lo personal, en lo profesional, siempre. Después de 80 años, Jeager-Le-Coultre lo ha logrado justo eso con su REVERSO. De igual manera con otras de sus creaciones -como la que lanzaron en 1958 el reloj Geophysic -el regalo más indicado para el primer hombre que logró dirigir una expedición bajo el Polo Norte. Jaeger-LeCoultre ideó y concibió este prodigio para poderenfrentarse a campos magnéticos de hasta 600 gauss de intensidad y conservar así su precisión en toda circunstancia. Es un ícono de la relojería con sus características manecillas amarillas. Pero el Reverso que vio la luz originalmente en 1936 es representa justamente mi máxima de vida. Y justo ahora está festejando cumple. Es parte de un estilo #detodalavida. En MI vida. Me encantó haber tenido la oportunidad de saber cómo se creó y hoy, hoy, hoy, forma parte de mi estilo de vida personal. Obviamente, es por mucho mi reloj favorito de Jaeger de entre todos los creados en sus más de 182 años de historia. El Reverso es un ícono, y sus re-ediciones más. Tanto los REVERSO conmemorativos como otros de los relojes de la Manufactura como la colección Hybris Mechanica 11 todas y cada una de las nuevas novedades se están presentando en BASELWORLD del 17 al 24 de marzo por parte de la “Grande Masion de la Vallée de Joux” como cariñosamente llaman a la fábrica de Jaeger los conocedores y aficionados. El equipo de Jaeger, bajo el liderazgo del “maître” relojero de la Manufactura, me permitió durante mi visita hace poco tiempo adentrarme en su mundo de “genios locos”. En los talleres conocí sobre la diferentes etapas para crear un reloj: Cutting, Profile-Turning, Pallet-lever assembly, Decoration, Gem-setting, Enamelling y Engraving. Siempre he querido que mi REVERSO Duo -precioso y preciso- tuviera un monograma mi iniciales o una inscripción especial pero los 5,700 y tantos años de tradición judía no me lo permitieron (ya que automáticamente perdería el valor de reventa, aunque ahora lo estoy considerando seriamente después del arrepentimiento). ¡Ni hablar! Será para mi próximo Jaeger-LeCoultre. La visita a la Manufactura fue especial, el descanso en la Maison d’Antoine justo lo que recetó el doctor después del jet-lag y el cansancio acumulado del viaje por aire, mar, y tierra. Pero la visita a la Heritage Gallery y después al Hôtel des Horlogers para la comida con Janek Deleskiewicz en el Restaurant du Chronographe fue sin duda el highlight de la visita. El menu genético de Jaeger está lleno de una gran inventiva que ha desarrollado 1249 calibres mecánicos y aproximadamente 413 patentes registrados. Llegar –después de haber sido consentido tantísimo- a Crans-Montana y su famosa estación suiza de esquí me dejó nostálgico por las piezas de alta relojería, la precision y bien conocida la puntualidad. Aún sigue resonando en mi cabeza el hecho de que Reverso celebre su 85° cumple con tres versiones diferentes. Long live the classics! Sígueme en Instagram y Twitter en @rafaelmicha y lee todas las columnas en http://www.radarmicha.com