Pues que me perdonen «the usual suspects» si ahora -en mi última visita a Guadalajara- no hice nada de lo de «siempre» que distingue a los «mexicanos que fruta vendían» de «grand tour» por allá. Que si las galerías súper ‘cool’ y los artistas contemporáneos más, más, más. Que si los restaurantes top, top, top del mundo mundial internacional .Que si los museos de primer mundo. Que si «all of the above». Hoy, hoy, hoy, y especialmente en la noche de mañana que tendremos el mayor espectáculo natural posible con las gemínidas viajando por el cielo y con más de 120 meteoros por hora (aunque lamentablemente el espectáculo natural será opacado por luna llena) preferí concentrarme a descubrir el otro código postal famoso de por acá (y ojo, no me refiero a Zapopan que estrena regidor a todo lo alto, ni Tlaquepaque, o su museo estrella MAZ, et al). Tequila «is the shit» y para ello armé sendo itinerario saliendo desde Casa Habita en la colonia Americana. De entrada -de pisa y corre- y so pretexto de probar ahora sí lo que viene siendo LA MEJOR torta ahogada fui a Ponte Trucha Negro para comer sus op. cit de camarón, aguacate y, cebolla morada que descubrí gracias al ojo avisor (o paladar, más correctamente- de Analia Cedillo y su editor gourmet Issa Plancarte del equipo de la revista Aire). Birote relleno de camarones plus trimmings, con cuchara, para empujar. Tal y como dice el refranero popular y que me recordó justo en ese código postal Koichi García: “el guisado va empujadito con tortilla”. Imperdible el changarro y su oferta gastronómica. De allí, armados en el Audi House Car de Casa Habita nos fuimos a dar un rol en la ruta del tequila para ver las locaciones que escogió para la serie la hija pródiga de México Salma Hayek en Monarca. Muchos tequilas, degustaciones made to measure, y haciendas después llegué a ídem. Day two, visita a “Volcán de mi tierra”, en medio del ingenio azucarero de Grupo Vida -cerca de Tala. Todo muy –pero muy muy VIP- con nuestros anfitriones Santiago, Carlos y, Marcelino con senda escala técnica para conocer la planta que en contubernio con Moët Hennesy han armado en ese código postal. ¡De no creerse! Y para terminar nieves con guayaba y sabores y comida con un menú de fiesta en “La Gavilana” allí cerquita en ese mismo código postal cerca de Ameca. Nada ilustró la frase de mis cosen James Joyce “the sun freed itself slowly” (Ulises pp 165) como el cuadro de el genial Luis Cobarrubias de 1955 hermano de ya saben quién. Para muestra una pic para Instagram con cinto de Casa Goñi regalo del amor de mis amores con mi monograma hecho en filigrana de plata y que estrené durante mi gira por esos lares. Después de regreso- directo y sin escalas- al Hotel Solar de las Animas para seguir descubriendo destilados y la grandeza de Casa Cuervo. En ese #Radar empezamos con los “lucky few” con un casting de VIPs, arquitectos todos, artistas contemporáneos, locales, invitados de A Museum Life y un par de colados y despistados un programa entretenido de dos días con jima, comida, cena diseñado para celebrar Reserva de la Familia. ¡Qué manera de consentirnos, de atendernos y, de reflejar lo mejor de México para el mundo. Jorge Pardo se voló la barda bajo el ojo avisor de Juan Domingo Beckman hoy por hoy empresario, coleccionista y amigo. Lamentablemente, se nos quedó en el tintero visita a Hacienda del Carmen y a San Miguel del Alto que están hacia el otro lado completamente de Tequila, pero así, suficientes pretextos para regresar ¿porqué no? al 25° aniversario de Reserva de la Familia (hint hint Andrés Lebrija errepé extraordinaire de Cuervo para su fin de semana con múltiples cenas, baile y chow que seguramente pondrán nuevamente el nombre de Tequila, de Guadalajara y, de México a la altura de las bebidas espirituosas de por aquí. Sígueme en Instagram y Twitter en @rafaelmicha y lee todas las columnas los viernes en http://www.radarmicha.com y quincenalmente en El Mundo de Regina.