Por aquello de las fiestas patrias y los «50 más invitados»….

Así se titula mi edición favorita semanal de cada año –y desde hace muchos más- de RSVP Excélsior. Otras publicaciones como Vanity Fair México publican “la lista de nuestros (sic) SuperInvitados”. El segundo número de la revista de sociales por excelencia del país reunió en una lista a las mejores vestidas hace 15 años por primera vez para su portada. Hasta el nuevo programa MTV Hits ya tiene‎ su «conteo». Listas, listas, listas. Desde que Truman Capote elaboró (y publicó) a sus elegidos para asistir a su baile de rigurosa etiqueta blanco y negro encabezada por sus “swans” favoritos no existe nada más in que ser parte de una. Y asistir claro a la fiesta ad hoc. Fast forward cincuenta años después. Planear una fiesta o una INAUGURACIÓN como las que organiza anualmente Grupo HABITA implica arduo e intenso trabajo, pero elaborar una lista de invitados primero que además proyecte, refleje, combine y complemente los esfuerzos de comunicación de dicho establecimiento –y de paso genere suficiente buzz y word of mouth para afianzar la estrategia de posicionamiento específica- es complicadísimo. Sorry convocadores mil. No significa subir a redes sociales una invitación, o convertir sus idems en boletines públicos para presumir su ‘intensa’ vida social, o recibir solicitudes de invitación. Ni el número de seguidores personales. Nada que ver con el “super-ego-social.” Conformar un grupo específico para un evento es un must, y la organización del evento implica una logística muy compleja que empieza con el envío de save the date, obvio con mensajería local e impreso (para evitar la “vida propia de los envíos por internet”). Obviamente la contratación de servicios de courier internacionales. Después, la confirmación de su recepción y así, ir modificando de acuerdo con la recepción de asistencia por email el casting requerido. Es como una peli. Como una telenovela del Canal de las Estrellas. Todo tiene que tener el más alto rating. El más solicitado nivel de popularidad. TT para la audiencia requerida. El esfuerzo es múltiple. Tiene que cooperar el clima. El venue. La producción. Los invitados como el “As” que es el  siempre agradecido y comprometido con el evento. El joker o comodín que puede consolidar tus esfuerzos y ayudarte. El popular. La guapa. El billete. La ramera. El tal por cual. El productor. El poder.  Los colados. Los ajenos. Los foráneos. Los locales. Las plantosas. Los ‘socially active’ (en redes sociales). Los medios. Y los qué NO invitarás. ¡Lotería! Dicen que para una cena en petit siempre debe haber tres tipos de invitados: wit, elegance and beauty. Para un evento de 100, 500 o mil tiene que replicarse la misma fórmula. Como el cadenero del icónico Studio54 que recibía precisas instrucciones de sus dueños al permitir el acceso al club a cuenta gotas, y así lograba creaba instantáneamente un ambiente único e irrepetible. Cada noche.  Las fiestas deben ser así i-g-u-a-l-i-t-a-s para ser exitosas. Para los anfitriones justo el día del evento les recomiendo aplicar el ‎modo avión para evitar las llamadas desafortunadas y desesperadas de último momento. Si no, aplicar el bien conocido ghosting. Los invitados aportan algo más que su presencia: Waris Ahluwalia top top top de las listas del mundo mundial comparte armoniosamente el pan y la sal (aunque nada de alcohol ni proteína animal por aquello de sus restricciones dietéticas religiosas) con Nairy Baghramian –darling del mundo de arte contemporáneo después exhibir sus piezas en la Bienal de Venecia (y quien exhibirá en el Museo Rufino Tamayo Arte Contemporáneo a partir del 7 de septiembre). Ambos comme il faut enviaron sendos thank you notes y hasta flores! Por supuesto que se necesitan cómplices para llevar todo a cabo, desde la bebida con todo su portafolio sin olvidar las burbujas. Los cuartos de hotel. Los aviones. Los giveaways pero de Hackett, los porta Ipads de Pepe Jeans, el it item de Samsonite, las fragancias de Tom Ford, los lentes de LUXOTTICA y SUNGLASS HUT, los accesorios de plata de Uno de 50, las salidas de Onda de Mar y los tags elegantísimos de Bally etc. etc. La elaborada AGENDA de actividades, con opciones -pero plan Montessori. Para la comida nada como un sabroso caterer pero más más más un DJ. O dos. O tres. O un par. O el blogero que es Dj, pero que es editor de moda, et al Y los after para los más reventados. Y el after del after. Casa o antro. Según aplique. Por si ocupa. Y el happening.  Y el Menú de medianoche. Y el transporte de lujo pero Bentley, pero Porsche Panamera, Porsche Cayenne, Porsche Macan, las eurovan y el omnipresente Uber. El yate –si aplica. El behind the scenes siempre es un must y acompaña para presumir las alianzas tipo Aerolíneas Ejecutivas con todo y cuatro botellas de champagne para 7 pasajeros. Y una tradicional rueda de prensa siempre ayuda. La cena de bienvenida para los top top y las autoridades locales. Y los detalles: la carta de bienvenida  con el programa más actualizado del fin de semana. La atención personalizada y genuina. Claro que hay que tener un ESTRICTO ACCESO POR LISTA DE INVITADOS. SEGURIDAD y CONTROL  en la puerta principal. Cadeneros en turnos de una hora supervisados y para los que no lograron el ansiado crossover incluir en un email blast sobre el lanzamiento y o apertura cc a medios internacionales y nacionales. #SiYaSabenCómoSon #ParaQuéNosInvitan  Lee todas las columnas en www.radarmicha.com y sígueme en Instagram y Twitter @rafaelmicha

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