A mediados de marzo, el anuncio del confinamiento voluntario y el aislamiento –como dijo con tal desatino el presidente López Obrador- me cayó “como anillo al dedo”. En mi caso personal el uso de la analogía es tan diferente, sin embargo. Soy una persona “aunque Ud. No lo crea” muy casera, amo estar en mi casa, en mis espacios y bastante disciplinado, así que en oficial con el home office (que muchas veces YA hacía en el pasado), nunca pensé sería tan difícil cien días después. Pero me dije a “mi mismo”: “disfruto estar en casa y con visitas de vez en vez”, así que estuve sin quejas, pasado un mes y así corrió el tiempo. Sorprendido por la solidaridad de “todos los mexicanos que fruta vendían”. Que si una estrategia de PR disfrazada de despensa, que si el tiempo para “descubrirte”, y más, más, más. Las reuniones en zoom se multiplicaron y se convirtieron en un must. Hasta cierto abuso existió e inmediatamente se empezaron a cancelar eventos todos –la boda con la invitación más bella que nunca jamás he recibido listo para hacerme romper la máxima de “I don’t do weddings”, la gala para de recaudación de fondos de Niños en Alegría, Arte Careyes, The Real Estate Show, la comida del CESSA. Luxury Lab, Coachella, Festival de Flores de Polanco, y la copa de salto Longines Global Champions Tour. Corría el fin de marzo y empezó abril cuando renació el sentido comunitario: surgieron los grupos en redes todas: que si para ayudar a las industrias más afectadas, que si para apoyar a los más necesitados, que si la sociedad civil para una vez más llenar el hueco que se puso inmediatamente de manifiesto. De la inexistencia de la hospitalidad –mejor ni hablamos ni de la cancelación del pop-up Ona Le Toit y aplazamiento de la apertura de nuestro más nuevo proyecto. Acto seguido celebramos la libertad (la salida de los judíos de Egipto) en cautiverio, pero reslientes todos dimos gracias por techo, comida, salud y gracia. Logramos pasar la festividad con salud pero aún no recuperamos la libertad, tan anhelada Pasaron las “vacaciones” de Semana Santa y la Semana de Pascua siguiente. Y con ello el “regreso a clases”. Vivimos el incremento exponencial de los Insta Lives y su inusitado protagonismo, así como las salidas precarias y cada vez más furtivas. Maratones todos: en mi caso David Lynch 30 años después –nuevo interés y una manera diferente de verlas todo. Los grupos en Whats aumentaron, con capacitación incluída, de cada gremio y así. Para entretenerme, ni Marie Condo, ni cocina sino aventuras “en solitario”: fotos con drones inspirado con el ejemplar de abril de la revista Elle México y su popularidad en Instagram. Asimismo, las fotos de “pantallazos” con Andrea Tejeda e igualmente a través de zoom y mi laptop con Susana Moyaho. Y en el trabajo –por cierto, cada día más productivo. Pero siempre el día a día aderezado de ansiedad por los que no estaban, con angustia de vez en vez, insomnio, y de todo un poco. La cancelación de los viajes de trabajo incluída mi participación en la conferencia Hospitality Design Expo 2020 en Las Vegas para hablar en el desayuno para jóvenes emprendedores en la hospitalidad el 6 de mayo en HD Conference | Mandalay Bay. Y pasaron uno a uno sin pena ni gloria los drop todos de snkrs. Air Jordan Game Royal, Travis Scott 6 Mustard, Air Jordan Smoke Grey, los Nike SB Dunk Low “ChunkyDunky”, los Dunks verde amarillos y los rojos, los orange black, los Nike sb Low “ Laser Orange”, y hasta los Nike Court Purple (más populares desde la transmisión del documental The Last Dance con Michael Jordan por Netflix). Igualmente los Burburry Off White Jordan 4 tan populares con todo y el tropiezo literal de Virgil Abloh. Entre la oficina remota, los avisos constantes de señal intermitente y débil del PEOR proveedor de servicios de WiFi, la planeación de estrategias de marketing a larga distancia, así como el envío a 200 VIPs de la edición de DIRECTIONS de designhotels con ESCONDIDO OAXACA en la portada en complicidad con 400 Conejos que recibió apenas un puñado de agradecimientos, y bombardeos de email blasts todos. Sobrevivimos la celebración del Día de la Madre como prueba superada gracias a ONORA Casa. Reforzamos el sentimiento de comunidad, y quedó claro porqué en Japón usan casi casi como accesorio de moda obligatorio el cubrebocas, no saludan de mano (ni obviamente ni de beso) sino con una reverencia con mayor inclinación entre más respeto. Pasó mi fiesta de cumpleaños, n mil reuniones de trabajo y catch-up, clases remotas que no hacen sino extrañar las presenciales. Muy productivo, sí. Con columnas puntuales, con resultados de RP inauditos, la publicación por primera vez de un playlists en Spotify personal y de los hoteles #Room Service –todo “antes de que el mundo se acabe”. Sorpresas en premiaciones allende del Río Bravo y el reconocimiento de Grupo HABITA con Escondido Oaxaca. Reuniones de consejos, asociaciones, y patronatos. Travesuras y complicidades. Instagram como renovado vicio. Categoría semi-pro drinker. Galas, ópera y satisfacciones con mis consens. Meals on wheels varios: caseros, de altos vuelos gastronómicos, y otros repletos de regalos. Y escapadas al súper e insufribles escalas técnicas a la sucursal bancaria que no podían ser reemplazadas por el veloz cajero automático. Y envíos todos: pasteles, flanes, pan dulce. Y entre los eclipses de luna, el solsticio de verano, y los planetas en retrógrado “reanudamos” actividades. Poco a poco, en semáforo naranja. Reabrimos con bombo y platillo los hoteles. Recientemente en complicidad –reinventando el vandalismo- llevé a cabo la primera actividad presencial después de una centena de días, y en vivo y a todo color para la acción y fotos sólo para despertarme a las 4 am con el peor remordimiento. Y la cruda moral de haber convivido. Qué paz ver gente y compartir, aunque después te da una culpa como si hubieras hecho algo mal. ¿Qué mamada no? Maldito virus. PS Aquí cada semana lo que sí importa. Y no dejes de seguirme en Instagram obviamente para que veas todo lo que sucede (cada vez más poco y retacado de #tb), y leerme en Twitter ambos @rafaelmicha y revisar nuevamente todas las más de 315 entregas en la web en radarmicha.com y quincenalmente en El Mundo de Regina.