Justo al momento de recibir la nueva confirmación de Vinario el pasado martes 1 de mayo de 2018 del pedido de mi siguiente entrega mensual llegó a mi buzón por parte de Edoardo Wilhelm de lovebrand una invitación para descubrir Freixenet + Costers del Prior en Barcelona. ¿Serendipia? La agencia de Abelardo Marcondes organizó un viaje para conocer los lugares emblemáticos de ese código postal como la bodega Morlanda en Tarragona, la Cava Freixenet en Sant Sadurní d’Anoia, y la Wine Shop Tannic by Freixenet, entre otros lugares más de ese #Radar. Barcelona, aunque no la de Picasso, ni la de las polémicas secesionistas. Sólo #Freixenet y #CostersDelPrior Así, pero con foodies de compañía, pero con actividades gastronómicas todas, para conocer un poco más de cada vino, y n mil pretextos todos han logrado hacer de este viaje una gran experiencia. Comprobé nuevamente que los vinos son el resultado de las regiones vinícolas, el famoso «terroir» y otros factores. Igualmente del trabajo y tezón de los hombres y las mujeres, la pasión, y el esfuerzo, del empeño y la paciencia todos. Obvio que ayuda un poco de todo lo anterior en la elaboración del producto final. Y en lo que nos ocupa la vecindad con Barcelona hace aún más la diferencia. Enólogos, alquimistas y locos han desafiado la adversidad con sus creaciones. La tradición, la alcurnia, y alta escuela están presentes en Freixenet y tras múltiples generaciones, vaivenes económicos, cismas, modas, y todo tipo de vicisitudes han logrado posicionarse como el vino espumoso, el cava y el favorito de España. Y así, sencillito en el mundo Freixenet se distingue con su alta calidad e intrínseca elegancia. Instalados en el mal llamado «enoturismo» (porque de turismo tiene bien poco y es harto sofisticado) en el trayecto disfrutamos de cocina -a la usanza campestre, productos orgánicos y otros más autosustentables aderezados de ricos vinos. Y un maridaje espléndido: por eso los gringos le llaman acertadamente pairing. Además, de gran compañía y comidas sin prisas, opíparas. Y de una manera de viajar más por las historias y los rostros que al fin y al cabo hacen más disfrutable el viaje y donde el destino último es lo de menos! Y ser testigo y compartir todo lo vivido en Freixenet + Costers del Prior en Barcelona bien vale como pretexto para estas vacaciones de verano que recién comienzan. Cenas en ricos restaurantes como El Mercat, El Cercle, Dry Martini, y Bodega Granados. Y el espectacular Tannic by Freixenet. El highlight además de las bodegas de Morlanda y Freixenet fue una visita al Mercar de L’Abaceria para hacer la compra en mercado y degustar de un almuerzo con un maridaje espectacular. Y ya instalados en el mundo del vino, también me tocó descubrir recientemente Vinoza, vinos sudafricanos con una selección única y gran variedad que maneja desde bodegas como Susana Balbo, Zohar (con su malbec y cabernet sauvignon entre otros) o Spier Savanha, y Discover o Signature. Igualente Fairview o Springer y otras opciones más dignas de otro código postal que también merecen ser discutidos y degustados. Jack Reardon Wine Specialist de Roux Holdings es el mero mero de por allá. Y de por acá, urge visitar San José La Vista por San Miguel Allende y degustar su sauvignon y su merlot, ambos súper potables. Y cercana la fecha de su ‘vendimia’. ¡Vinos, cava y más! De aquí, de allá y de acullá. Ve todo lo vivido en Instagram y Twitter y lee todas las entregas desde febrero de 2014 en radarmicha.com #SeAceptanSugerencias #GraciasPorCompartir