Vivo una nueva etapa….como los teens o los twenty-somethings pero con más de seis décadas de edad. Me siento MUCHO mejor ahora. Estoy mucho más seguro de mí mismo, más feliz -digo. Estoy más cómodo conmigo mismo y no me considero chavo-ruco. La nueva era dorada ¿Será? No tengo ansiedad sobre recibir invitaciones a los eventos cool. Ni pertenecer. Ni que me dejen entrar a los antros de moda o me conviden. O pasar los exámenes y escribir universitarias disertaciones, todas. Y eso que fui presidente de la sociedad de alumnos –ergo muy popular. ¡Cómo se mejoró en general todo! ¡Ahora soy el más!  Estoy fit (maso) y no hay necesidad alguna de ir al Nautilus ni al nutriólogo para subir unos kilos, ni comer colaciones entre comidas, ni nada de nada. Tengo “pegue” (que nunca antes tuve). Me llaman por mi nombre en restaurantes, fotógrafos, y harta gente que muchas veces ni reconozco. Se cumplió la promesa de “You wanna be where everybody knows your name” de la serie Cheers. Antes, nunca me dejaron entrar ni al Baby’O. Jamás a las discos (o clubs) de moda. Tuve que siempre usar n mil palancas. Y ahora esos con “influencias” son los que están pelones y gordos -y yo en la mejor mesa y con la mejor compañía. Y la mejor de lo mejor. Si tan sólo alguien me hubiera dicho que tomara más fotos, imprimirlas y guardarlas en sendos marcos de Plata Villa, vestir más formal y la importancia de un buen traje negro. Qué falta. Hoy, hoy, hoy no tengo que pedir permiso. Ni dinero. Tengo casa y coche. Y por si ocupas únicamente como le dicen a Paul Newman con «a little gray over your ears there.” “It’s the only difference. Everything else works about the same.”  Así en el personaje principal Lew Harper de la peli The Drowning Pool (1975). Ni cuando tenía 20 años! Ha sido un viaje desde el celibato hasta….hoy. Los sixty something son definitivamente los nuevos veinte. Pero, existe un doble standard? No me debo teñir el pelo ya que estoy feliz con mis canas. Y me dan ese aire de “zaddy”. No me preocupa mucho mi cuerpo –poco atlético, ni mi timba. ¿Pensarán lo mismo ellas? O existe un diferente paradigma entre hombres y mujeres? Estética distinta y de doble moral, siempre. Antes, vivir la década de los sesenta era casi acercarse al fin, mi abuelo paterno murió en esas fechas… y en cambio –hoy- me siento increíble. En la cúspide. En el cenit. ¿Se mejora?  Hacen mucho más sentido palabras como “responsabilidad afectiva” –entre otras y acepto que todos requieran de un alto mantenimiento. Lo que si no acepto es la so called andropausia. ¿Neta? Me siento en mis 20s. Qué gran epifanía: ser todo un guerrero sin tanta ansiedad. Toi toi toi. Bienvenido a la Generación Z que sí me representa  PS Aquí cada viernes, lo que sí importa. Y no dejes de seguirme en Instagram para que veas todo lo que sucede y leerme en Facebook, X y Threads @rafaelmicha